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21.07.03

Consejo de la FLM apela al gobierno canadiense para que otorgue las VISAS que todavía no han sido recibidas

Un hecho que refleja la exclusión del Sur

Winnipeg (Canadá), julio 21, 2003: “Si se toman acciones inmediatas, pudiera no ser demasiado tarde para que el gobierno canadiense rectifique sobre este asunto, y facilite el cumplimiento del objetivo principal de la Asamblea, que es el de ser una reunión mundial de la familia luterana. Apelamos al gobierno canadiense a ser una fuerza ‘Para la Sanación del Mundo’, que evite la división y la marginalización y que otorgue las VISAS ahora”, afirma la declaración recién aprobada por el Consejo de la Federación Luterana Mundial, reunido en Winnipeg, Canadá, previo a celebrar la 10ma. Asamblea de esta organización.

El Consejo, que concluye su mandato, iniciado en la última asamblea que tuvo lugar en Hong Kong hace seis años, agradece en la declaración los múltiples esfuerzos llevados a cabo por la Iglesia Evangélica Luterana de Canadá, así como por el Secretariado de la FLM en Ginebra, en lo referente a los trámites para la obtención de las VISAS de múltiples representantes internacionales al cónclave.

“La respuesta hasta el momento por parte del las autoridades canadienses ha sido negar la entrada de los participantes que provienen de las naciones más pobres del mundo. Esta situación refleja uno de los aspectos más deplorables de la globalización: la exclusión del Sur, de los pobres y marginados de la comunidad global”, añade la declaración que califica también como un hecho “sin precedentes” en la historia de la FLM lo sucedido con las VISAS de más de 60 delegados y participantes oficiales.

La 10ma. Asamblea de la Federación Luterana Mundial celebrará su apertura mañana en horas de la tarde, en la Iglesia Católica de San Bonifacio en la ciudad de Winnipeg. El tema del magno evento será “Para la Sanación del Mundo” y es la primera ocasión que tiene lugar en Canadá.

A continuación, puede encontrar el texto completo de la declaración en idioma Inglés:

Statement by the Council of the Lutheran World Federation

On the eve of the opening of the Tenth Assembly of the Lutheran World Federation (LWF) in Winnipeg, the leadership of this global church family expresses its deepest concern and outrage that over 60 delegates and official participants from around the world have not received visas from the Government of Canada to enable them to attend this meeting.

The LWF is a federation of 136 member churches of the Lutheran communion in 73 countries, representing a total of approximately 63 million people. In addition to serving as a forum for the worldwide Lutheran community, the LWF is also a major institution for mission, theological reflection, ecumenical dialogue, development cooperation and humanitarian assistance. The Assembly is the highest decision-making body of the LWF, in which representatives of all member churches are entitled to participate. The Assembly takes place only once every 6 years, and sets the direction for the LWF’s work for the coming period. Comprehensive participation is therefore essential.

It is the first time that the LWF has held its Assembly in Canada, and we have been warmly and enthusiastically received by the Evangelical Lutheran Church in Canada (ELCIC) as host church. The joy of this celebration of global Christian fellowship is dimmed by visa difficulties of a magnitude completely unprecedented in the more than 50 year history of the LWF.

We are very grateful for the untiring efforts of the ELCIC and the LWF’s Secretariat in Geneva to secure the favourable consideration of these outstanding visa applications. However, the response thus far of the Canadian authorities has been in effect to deny entry to participants exclusively from among the poorest nations of the world. This situation reflects one of the most deplorable aspects of globalization, namely the exclusion of the South, the poor and the marginalized from the global community. It illustrates very concretely and painfully the brokenness of human relationships that the theme of the Assembly, ‘For the Healing of the World’, seeks to address.

The situation is also a poor reflection of Canada’s traditional policies of openness, internationalism and support for the developing world. The lack of recognition and responsiveness to the concerns already repeatedly raised by the ELCIC with Citizenship and Immigration Canada manifests a very saddening disregard for the church’s role in this society.

If immediate action is taken, it still might not be too late for the Canadian Government to rectify this matter, and to facilitate the fulfillment of the Assembly’s primary purpose as a truly global gathering of the Lutheran church family. We appeal to the Canadian Government to be a force ‘For the Healing of the World’, to avoid promoting division and marginalization, and to issue these visas now.

La Décima Asamblea de la FLM se celebrará del 21 al 31 de julio de 2003 en Winnipeg. Canadá, bajo el tema: “Para la sanación del mundo”. La Iglesia Evangélica Luterana en Canadá (ELCIC) actuará como anfitriona de la Asamblea.

En la Décima Asamblea participarán alrededor de 800 personas, que incluyen los delegados de las 133 iglesias con membresía plena y de las tres iglesias que figuran como miembros asociados. La Asamblea que por regla general se celebra cada seis años, es el órgano supremo de toma de decisiones de la FLM. En el período entre una asamblea y otra, el Consejo y su Comité Ejecutivo dirigen las actividades de la FLM.

Para pedidos de fotografías sobre la Asamblea de la FLM les rogamos dirigirse a: LWF-Photo@lutheranworld.org

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